Residencia Acero Messina
Revista AAA045. Enero 2013
Esta obra nace de una emergencia familiar, que requirió la intervención en una casa original de los años 80, abandonada por más de dos décadas, en un importante sector residencial capitalino. La propiedad posee extraordinarias vistas directas al Parque Botánico Nacional, y fue configurada con la unión de dos solares, uno el de la casa misma, y uno contiguo hacia el este, hacia el que se decidió tempranamente reubicar la nueva entrada vehicular a la residencia desde una calle interna, ya que el acceso original se producía por medio de una peligrosa rampa desde la Avenida República de Argentina.
Esta decisión motivó a la inversión del esquema de la casa, y posibilitó la creación de una nueva crujía en la que se dispuso una marquesina cubierta para 4 vehículos, el umbral de acceso a la casa, y un jacuzzi de gran tamaño, enfrentado a la vista hacia el parque, junto a una terraza de apoyo. Esta crujía se definió por medio de dos vigas de hormigón visto sobre unas columnatas paralelas, articuladas por otras vigas diagonales que resuelven tanto la tensión triangular del esquema, los árboles existentes como la interconexión con la difícil y aguda estructura de la casa original. Esta crujía, al igual que las otras áreas adicionadas al bloque original, fueron destacadas tanto por su materialidad en concreto expuesto y cubiertas de madera tratada y tejas, como por su cromaticidad cálida, en contraste con la paleta blanca del edificio existente.
Un muro de elementos verticales aleatorios de madera funciona como calados para privatizar la zona de esparcimiento de la piscina, creando así las zonas semipúblicas de la marquesina, la terraza y el jacuzzi, ante la zona privada de la piscina y el resto de la casa. Un camino articulado por medio de una losa plana perforada con círculos sobre una jardinera, dirige hacia el nuevo volumen de la sala, que fue anexada al proyecto original, cuando el cliente integró al equipo a su nueva compañera, eventual esposa. Esta situación posibilitó una serie de transformaciones realizadas durante la obra misma, y con presupuestos muy limitados.
Paralelo al eje de la perspectiva hacia el Parque Botánico Nacional, se dispuso un nuevo volumen para un espacio social de gran tamaño, también trabajada en estructura mixta de hormigón armado con cubierta de madera y tejas, que asumió la responsabilidad de la nueva imagen de la casa hacia la ciudad. Este espacio se articula con la sala comedor existentes, y también permite las vistas desde la habitación principal en el segundo nivel.
Todo el interior fue intervenido, manteniendo y extendiendo el piso de travertino original. Puertas, ventanas, cocinas, barandas, y otros elementos fueron modificados, sustituídos o diseñados ex profeso. Las ventanas de los nuevos baños, en el segundo nivel, fueron trabajadas con claraboyas náuticas originales recicladas, dado el oficio del propietario de la residencia.
El proyecto contempló el desarrollo de varias piezas de diseño original, como lámparas de piedra coralina triangulares y bancos hechos con acero y antiguos cuartones de ferrocarril. El pavimento externo de las áreas públicas se trabajó con vaciados alternos de agregado expuesto diferenciados sobre concreto blanco y gris, respectivamente.
La sombra de los árboles existentes sirvió de patrón para la geometría fractal del diseño en las juntas del pavimento exterior.
La jardinería fue un trabajo conjunto con Rosángela Bobea, y aprovecha al máximo el flamboyán (Delonix regia) existente. Todo el frente hacia el parque y la entrada desde la calle interna fue sembrado con robles amarillos (Tabebuia chrysantha). Un nuevo samán (Samanea saman) ocupa hoy la nueva zona de un hermoso y funcional patio, donde anteriormente se localizaba la rampa de entrada vehicular.
La casa fue completamente suplida por un sistema de alimentación de energía solar y aires acondicionados e iluminación de alta eficiencia y bajo consumo.
Arquitecto:Gustavo Luis Moré
Colaborador Arquitectura: César Leroux
Colaborador Interiores: María del Mar Moré
Contratista: Moré Arquitectos
Paisajismo: Rosángela Bobea
Estructuras: Hilton Astwood, Reginald García
Cubiertas y estructuras de madera: Tomás Taveras
Consultoría Eléctrica: Jesús Fernández
Consultoría Piscinas: Gustavo Estrella
Sistema de Energía Alternativa: Trace Solar
Fotografía: Ricardo Briones / AAA