Arte Dominicano Contemporáneo
Revista AAA046. Marzo 2013
Hoy en día las posibilidades de expresión artística son infinitas. Durante el Renacimiento, el mayor número de manifestaciones las encontramos en el dibujo, la pintura, la orfebrería, las esculturas y las artes ornamentales en la arquitectura. Además de estos lenguajes, la sociedad contemporánea utiliza otras formas de expresión como el diseño gráfico, la ilustración, el diseño de objetos, la fotografía, entre otras… siendo lo fundamental expresarse y transmitir un mensaje al observador.
AAA ha realizado una interesante selección de artistas, tomando como criterio de inclusión que fueran jóvenes, dominicanos y de gran talento. Cada uno de estos valiosos autores plasman sus ideas con diversas técnicas, tales como pintura acrílica, lápices, carboncillos, marcadores, plumas, tela e hilo, o usando como apoyo el mundo digital.
Entre los diversos estilos contamos con Adela Dore muy cercano a un Art Deco Contemporáneo; Mónica Lapaz con sus tejidos y pinturas, creando obras surrealistas; Raúl Morilla, creando espacios elocuentes para cada espectador; John Noyola traza sus sketches para luego proyectarlos en digital y darles los toques finales; Natalia Pagés Solís, con sus colores vivos y mezclas de tonos de piel, plasma su personalidad y sus pensamientos creando su estilo propio; la genial Nathalie Ramírez con sus siluetas te hacen vivir el dibujo siguiendo cada trazo; Javier Reyes se va por el arte gráfico digital, creando collages con fotografías y diversas texturas.
Adela Doré tiene la habilidad de llenar sus obras con un nivel de detalles impresionante. Mientras más observas sus trabajos más interesantes los encuentras ya que vas descubriendo elementos que antes no habías notado. Sus trabajos requieren necesariamente de una profunda observación para comprender plenamente los detalles que incorpora.
Mónica Lapaz usa diferentes técnicas: un hilo y una aguja, un pincel o un lápiz. De esta forma plasma lo que lleva dentro para luego analizarlo o trasladarse a un nuevo mundo, y ver todo con ojos diferentes.
Raúl Morilla a través de sus obras, muestra algunos rasgos de su carrera original: la arquitectura. Utiliza el espacio creando instalaciones más que piezas individuales. Refleja en sus trabajos, sus pensamientos y sentimientos sobre las crisis sociales e individuales. En estas instalaciones, o como él mismo las describe, “experiencias multisensoriales”, logra que el público entre a la obra y tenga distintas experiencias que corresponden a la realidad actual del espectador.
Como estudiante de arquitectura, John Noyola descubrió su pasión por el dibujo. Desarrolla sus sketches con chinógrafos o cualquier plumilla, plasmando en sus hojas personas o espacios arquitectónicos, los que finaliza con un toque digital. Noyola, quien es estudiante de término, tiene bien desarrollado el sentido del espacio, lo que le permite capturar los ambientes de manera que el espectador se transporte a cada lugar.
Natalia Pagès Solís basa su arte en la condición del ser humano, inspirándose en sus propias experiencias personales y cómo las mismas le han moldeado: los sentimientos, las creencias, el debate entre el corazón y la razón. Esto resulta evidente en su último trabajo, el cual Natalia define como una exploración del cuerpo humano al desnudo, versus el “encuero”.
Nathalie Ramírez también explora al hombre, pero con ojos de reportera. Plasma en sus trazos a las personas en alguna actividad, en movimiento; captura sentimientos, inmortaliza el momento, te hace participar de la obra y de su circunstancia.
Javier Reyes expresa su arte a través de un lenguaje vanguardista y auténtico, en el que utiliza magistralmente la técnica del collage digital mezclando fotografías con diversas texturas y colores para expresar sus ideas.